VERDAD Y OBJETIVIDAD (II)
Si la objetividad pura no existe, entonces ¿en qué
consiste la verdad? Ella debe ser una síntesis de objetividad y subjetividad;
este era el planteamiento ya examinado del criticismo; ahora abordemos la
cuestión desde el pensamiento de José Ortega y Gasset. Para Ortega, el
conocimiento es siempre y necesariamente perspectivista (se ofrece en
perspectiva). Esto significa que cada sujeto cuando conoce aporta -respecto del
objeto- un punto de vista único, indispensable y plenamente justificado.
La realidad tiene infinitas perspectivas, todas ellas
igualmente verídicas; pero de ella solo captamos un aspecto: el que nos
proporciona nuestra perspectiva. El error consiste en no percatarnos de que
nuestra "idea" es solo un aspecto de la verdad, consiste en olvidar
que la realidad es más que nuestra idea y que, por tanto, nunca podremos
expresar objetivamente la realidad por entero; para conocerla debemos integrar
lo que observamos con lo que observan los otros; debemos fusionar nuestra
verdad con las verdades de los otros. Todo lo dicho, nos lleva plantear las
siguientes conclusiones:
• La verdad se da en nuestras ideas, y debemos integrarla
con las verdades de los otros, porque cada verdad es ilimitada.
• La verdad no coincide plenamente con la objetividad
porque el sujeto aporta en su elaboración. • La verdad tiene un carácter
histórico.
• La verdad que cada uno aprehende es, desde luego,
limitada (no total), fragmentaria (no completa), parcial (no total). Pero en
todo caso es real, por ser parte auténtica y genuina del mundo, del universo.
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