VERDAD Y OBJETIVIDAD (I)



VERDAD Y OBJETIVIDAD (I)

Resultado de imagen para VERDAD Y OBJETIVIDAD (I)

Para hablar de objetividad hemos de referirnos a un tema ya citado anteriormente cuando hicimos referencia a los alcances del conocimiento humano. Ante la pregunta sobre cuál era el factor determinante en el conocimiento analizábamos que, según el objetivismo, los objetos son en la realidad “tal cual” percibidos y conocidos por nuestro intelecto; el sujeto no les añade absolutamente nada, de manera que en la correlación sujeto- objeto, es este último el que determina a aquél. La función del sujeto sería la de representar en su mente las características del objeto “tal como aparece objetivamente”.

La objetividad consistiría en observar la realidad y representarla en el intelecto de la misma manera como aparece en los hechos, y cualquier aporte del sujeto sería un atentado en contra de la realidad y un mal que se debe desechar. En tal sentido, verdad y objetividad serían equivalentes. Pero el objetivismo también se nutre de la idea según la cual el conocimiento tiene su origen en la percepción sensible como la fuente de mayor peso; esta era la idea del empirismo. El objetivismo y el empirismo dieron lugar al surgimiento del positivismo, según este, lo único cognoscible son los hechos, por tanto el mérito científico es el registro de los datos a través de la observación. El positivismo entendía que la intervención del sujeto en la apreciación de la realidad constituye un sesgo que nos aleja de la verdad y que, por tanto, debe evitarse. El positivismo nunca entendió que nuestras ideas no surgen totalmente a partir de los datos que nos proporcionan los sentidos mediante la observación; nunca tomó en cuenta que las ideas son anteriores a la observación; no quiso comprender que no existe observación imparcial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario